Lamotivación laborales un aspecto que nunca debe faltar
entre tus empleados. Supone un cambio cualitativo a la hora de llevar a cabo un
trabajo, pero también como forma de mantener un ambiente agradable y pro activo.
Uno
de los beneficios más importantes de lamotivación
laboral es el compromiso. Tener empleados motivados fácilmente
se traducirá en empleados comprometidos y con ganas de sumar. Por supuesto,
lamotivaciónes un gran tema dentro de cada negocio
pero tiene sus peculiaridades.La realidad
de la motivación en las empresasno
siempre está en el nivel deseado.
El reciente estudio señala que2 de cada 3 directivos el (67%) no saben o desconocen las fórmulas que puedan motivar a su
personal, esto es un dato preocupante, ya que lamotivación es una de las bases de laproductividad laboral yno saber cómo
mantenerla no se hace más que reflejar despreocupación y/o
desconocimiento para motivar a los empleados con la consecuente pérdida
de competitividad.
Los
autores del estudio recomiendan elcoachingque se basa en una serie de técnicas
que ayudan a las personas dentro delámbito
profesionalpromoviendo
el mejor conocimiento y el desarrollar una serie de habilidades específicas,
esta técnica es una recomendable herramienta para lograr el éxito de las
empresas y la motivación laboral.
Elcoachinges un recurso muy utilizado para promover
e introduce métodos para motivar a nivel profesional permitiendo elevar la
productividad, pero la principal medida para motivar al personal eshacerla
sentir útily creativa en su ámbito laboral, no
darles tareas repetitivas dentro de la medida en que se pueda; informarles del
resultado de sus labores lo que estimula su percepción de trabajo bien hecho y
que le son útiles a la empresa en cuanto a resultados y objetivos alcanzados;
premiarlo con ascensos o darles más responsabilidades.
Los empleados de hoy
están hartos de estrictas políticas de oficina. Ellos quieren enfrentarse a
nuevos retos, esperan que sus líderes alienten el ensayo-error y les hagan
sentirse importantes para la empresa.
El
líder tradicional sigue empleando antigüos métodos para hacer las cosas, lo
cual hace que sea difícil entablar una fuerza laboral más diversa y
multigeneracional. Pero el lugar de trabajo de hoy en día requiere que haya una
mayor confianza entre los trabajadores, transparencia en la comunicación y
colaboración entre departamentos para impulsar resultados deseados.
Por
ello, para llegar a ser un líder eficaz en el espacio de trabajo del siglo XXI,
hay cinco reglas básicas que debe seguir con el propósito de generar mejores
resultados para la organización:
Permita que los colaboradores
fallen, aliéntelos a que pongan a prueba sus ideas
Anime
a su gente a ser emprendedora y no dude en poner a prueba sus ideas e ideales.
Propicie que sus empleados descubran por sí mismos la manera en que mejor
encajan en el equipo y en toda la organización. Recuerde que usted no es
indispensable. El liderazgo implica capacidad de delegar, por tanto, confié en
los demás y permita que establezcan su propio equilibrio, sin depender de
usted. Dé a sus empleados un espacio para explorar y dar rienda suelta a su
pasión. Los grandes líderes son los que permiten a sus empleados a descubrir su
pasión.
Construya equipos duraderos
Los
grandes equipos requieren un gran liderazgo. Aquellos días en que en los
lugares de trabajo tenían a dos o tres empleados estrellas se han acabado.
Ahora es indispensable fomentar la colaboración continua entre los miembros del
equipo, esta en manos de ellos analizar y evaluar los proyectos de la
organización. Cada miembro tiene la responsabilidad de contribuir en alguna
parte del proceso. Los líderes deben desempeñar ahora el papel de
facilitadores, tienen que influir pero no controlar el diálogo. En pleno siglo
XXI, su responsabilidad es encontrar los puntos de interconexión que hay entre
cada grupo para guiar y dirigir el enfoque.
Sea un gran comunicador
Nunca
deje de comunicar su visión, metas y objetivos. Utilice todos los métodos
disponibles para definir las expectativas y marcar la pauta de su departamento
u organización. No corra el riesgo de perder la confianza de los demás. No hay
secreto que valga. En el lugar de trabajo de hoy en día, los empleados
necesitan conocer lo que está pasando con la compañía para determinar cómo
pueden contribuir a mantener o mejorar ciertos aspectos. Los empleados quieren
ser parte de la solución, no les ponga barreras.
No se esconda detrás de una
posición, sea usted mismo
La
efectividad del liderazgo es algo más que la influencia que supone un puesto de
trabajo. La gente es más curiosa que antes y quiere saber cómo es su jefe como
persona. En ese sentido, es clave reconocer que el impacto real del liderazgo
radica en la manera en que la persona detrás de esa posición puede revelarse
ante los demás. Así, refleje sus verdaderas intenciones como líder y no se
esconda detrás de un título, ya que limita su capacidad para construir
relaciones con los empleados. Sea humilde para ser accesible.
Mantenga a la gente alerta
Nunca
permita que sus empleados sean autocomplacientes. Ayúdelos a mejorar sus
habilidades y conocimientos. Haga que el lugar de trabajo sea un ambiente en
que los colaboradores este continuamente aprendiendo, creciendo y pensando en
grande. No se limite a ser un proveedor, sino más bien dedíquese a ser un
facilitador de oportunidades.
1.Carisma: la habilidad natural para atraer y seducir personas es muy necesaria
en un líder. Un líder con carisma permite ganarse al equipo de trabajo y que
estos saquen lo mejor de sí mismos para el beneficio de la empresa. El carisma
te hace único y atractivo para los demás; aprende a sacar partido de ello. El
líder siempre sobresale por encima del resto.
2.Organizativo: obviando la parte de que debe tener un conocimiento profundo sobre la
empresa, el líder tiene que saber manejar y organizar los recursos que tiene a
su disposición. Deberá tener todo bajo control y estar atento a futuros
conflictos que puedan surgir y tener buena capacidad de reacción así como de
resolución de problemas.
3.Visionario: no se trata únicamente de tener una buena idea sino de que esta sea
única y encima poder llevarla a cabo. Todo líder se caracteriza por su visión a
largo plazo, por adelantarse a los problemas, por detectar oportunidades que
sólo él ve, por estar en constante búsqueda de la perfección y de ir siempre
por delante.
4.Comunicador: el líder tiene que ser un buen orador para transmitir de manera
acertada sus pensamientos con el resto del equipo. Esta habilidad le va a
permitir “vender” sus ideas de manera sugerente y persuasiva. Si no se es capaz
de hacer comprender el mensaje de forma clara, entonces el mensaje deja de
tener sentido.
5.Entusiasta: muy relacionada con la anterior ya que debe saber transmitir todo este
entusiasmo al resto de personas para que crean en él y que perciban el mensaje
del líder como una meta positiva tanto para ellos como para la organización.
Tiene que conseguir que todo el equipo le siga y remen en la misma dirección.
6.Resolutivo: el líder quiere resultados ya que al fin y al cabo es lo más
importante. Y los quiere rápido. Debe poner solución a los problemas que vayan
surgiendo de manera inmediata y efectiva. Toma decisiones, es valiente y no se
esconde ante sus posibles consecuencias.
7.Disciplina: el líder basa su éxito en su capacidad de liderazgo y en el arte de la
convicción, pero en ocasiones tiene que saber imponer su autoridad cuando la
situación lo requiere. Es comprensivo sí, pero no es blando ni se empequeñece
ante los problemas. Debe saber transmitir la exigencia no sólo a su equipo de
trabajo sino también a sí mismo.
8.Creativo: todo liderazgo debe rebosar creatividad para proponer soluciones
innovadoras. El líder tiene que ser atrevido y poder ver situaciones desde
nuevas perspectivas. Un líder creativo es capaz de fomentar ideas novedosas y
enfrentarse a los riesgos que estas puedan generar.
9.Negociador: un buen líder es un gran negociador que trata con clientes, empleados,
proveedores etc. Sabe venderse muy bien él y sus ideas a través de la
persuasión y la convicción ya que presenta sus argumentos de forma que consigue
ganarse la atención de la otra parte.
10.Honesto: la última pero no menos importante.
La honestidad es un valor ético que debe estar presente en cualquier persona
con liderazgo. Si el equipo detecta esta honestidad, comprenderá que están
delante de un líder que no les va a dejar en mitad del camino y tendrá su
confianza ganada.
Los beneficios de un buen
liderazgo empresarial:
·Mejora el rendimiento empresarial
·Se consiguen los objetivos a corto,
medio y largo plazo
·Mantiene a los empleados contentos y
motivados
·Se favorece el trabajo en equipo
·Aumentan las ventas de la empresa
·Incrementan los beneficios de la
empresa
·Se reducen las ausencias en el
trabajo y el malestar
·Mejora el clima empresarial
·Se mejora la empresa en general y su
imagen interior y exterior
El liderazgo es importante porque
forma parte de la vida empresarial u organizaciones, ya sea social, política
hasta incluso militares. Siempre ha sido un tema debatido entre grandes de los
negocios, sin embargo, no importando si el líder en la organización nace o se
hace, es indudable que gente líder es valorada en su empresa por ser impulsor y
generador de valor agregado en ella. Algunos especialistas ven al liderazgo
como una actividad amplia y visionaria que trata de discernir la competencia y
valores característicos de una organización.
A continuación te brindamos 7 claves
que necesitan las empresas modernas en cuestión de liderazgo.
1. Selección
Una buena selección es la puerta al
éxito. Si optas por una persona con las capacidades necesarias para tu negocio,
todo se hará más fácil. Por el contrario, cuando eliges mal, el líder no será
apto para liderar en diferentes escalones de la organización.
2. Formación
“Es necesario darles la formación
adecuada para ayudar a los gerentes a adquirir habilidades y convertirse en
buenos líderes”, indica la guía de Adair.
3. Largo plazo
Este tercer punto va estrechamente
ligado al segundo, pues de nada vale crear un pan de formación de corto plazo o
apenas realizar cursos cada cierto tiempo. Según Adair, debe existir una
política de desarrollo contante y de largo plazo.
4. Integración
No se trata sólo de integrar a los
empleados, sino también de integrarse al grupo. De nada sirve planear o manejar
los procesos únicamente desde afuera, ya que el líder debe implicarse, como
cualquier otro empleado, en la consecución de los objetivos comunes.
5. Mentoring
Se debe actuar como mentores de
liderazgo y enseñar, a través de los errores y aciertos cometidos, para así
asesorar a los nuevos líderes”. Para Adair, un directivo que no deja huella en
otros, no deja nada.
6. Autodesarrollo
En sexto lugar, es necesario que haya
autodesarrollo. Los administradores deben preocuparse de su propio desarrollo y
asegurarse de contar con espacio para reflexionar sobre los problemas de la
empresa y cómo solucionarlos. La formación académica también forma parte
importante de este proceso.
7. Empatía
Finalmente, las organizaciones
necesitan entender qué procesos necesitan de los líderes y utilizar ese
conocimiento todos los días. ¿Cómo saber qué personas necesitamos si apenas
conocemos qué se necesita de ellos?
La importancia de tener a la gente
correcta, en los puestos correctos es la clave de que la empresa vaya por una
dirección correcta y no se desborde en malas decisiones que puedan llevar a un
catastrófico final, ya sea para la misma empresa o para las personas.
En este sentido se puede interpretar
y analizar el liderazgo desde dos perspectivas:
Primera perspectiva: Como cualidad personal del líder.
Segunda perspectiva: Como una función dentro de una organización,
comunidad o sociedad.
La segunda perspectiva es la que tiende a predominar como
estudio del liderazgo, por lo que se puede entender al liderazgo como un
proceso de interacción entre personas en el cual una de ellas conduce, mediante
su influencia personal y poder, las energías, potencialidades y actividades de
un grupo, para alcanzar una meta común a fin de transformar tanto a la empresa
como a las personas que colaboran en ella.
Las empresas u organizaciones
dependen, para crecer y perdurar del liderazgo de sus dirigentes y esto es
válido para las que tienen fines de lucro y las que no. Ya que las
organizaciones dependen del líder, necesitamos ver qué aspectos de éste son
importantes.
Un buen líder debe reunir cuatro
condiciones fundamentales:
Compromiso con la misión
Comunicación de la visión
Confianza en sí mismo
Integridad personal.
Pero el líder no sólo debe cumplir
con estas condiciones, también debe cumplir con ciertas virtudes que lo van a
guiar en la buena toma de sus decisiones. Estas virtudes son la prudencia,
templanza, justicia y la fortaleza. La tarea del líder no es tan fácil, debe
ser capaz de tener muy buena comunicación y una capacidad de integración, es
hacer que los miembros de la organización liberen su energía para el logro de
un objetivo común. La comunicación cumple un rol protagónico pues permite
transmitir lo que está dentro de nosotros tal como lo sentimos. Y la
integración permite realizar acciones eficientes en forma conjunta y sin
desconexiones.
Básicamente el liderazgo consiste en
una forma de ser, pues el líder se va formando día a día: en la pasión por la
misión, en la acción y en los valores fundamentales. Además un líder no
solamente debe delegar responsabilidades sino que debe expandir el poder hacia
otros, ser humilde y considerarse sustituible.
Por lo que podemos definir al
liderazgo como un proceso de interacción entre personas en el cual una de ellas
conduce, mediante su influencia personal y poder, las energías, potencialidades
y actividades de un grupo, para alcanzar una meta en común a fin de transformar
tanto a la empresa como a las personas que colaboran en ella.
En resumen el liderazgo es importante
ya que es vital para la supervivencia de cualquier organización. Es importante,
por ser la capacidad de un jefe para guiar y dirigir. Una organización puede
tener una planeación adecuada, control etc. y no sobrevivir a la falta de un
líder apropiado, incluso dicha organización puede carecer de planeación y
control, pero, teniendo un buen líder puede salir adelante.
El
Líder Motivador entiende que las
personas son lo más valioso para conseguir el progreso. Está siempre dispuesto
para ayudar a su equipo y contribuye a desarrollar todo su potencial.
Para
hacer un Líder Motivacional se debe poner o ejecutar planes de acción que
cosiste en:
Las
responsabilidades del Líder en el desarrollo del equipo
QUÉ ES UN EQUIPO DE
TRABAJO
Conjunto
de personas unidas con una finalidad común. Se caracteriza por:
Las interacciones: relación entre los miembros
del grupo.
El surgimiento de normas: regulan los
comportamientos de los grupos.
La existencia de objetivos colectivos
comunes: hay objetivos y metas que van a justificar la existencia de grupo y
que debe lograr cada una de ellas.
La existencia de emociones y de
sentimientos colectivos: El grupo se siente identificado con un miembro.
La emergencia de una estructura
informal: los miembros del grupo tienden a estar especializados en determinadas
funciones grupales.
EQUIPO DE TRABAJO:
Grupo de personas que persiguen los
mismos objetivos, que trabajan coordinadas y que contribuyen con su talento,
sus aptitudes y su energía al trabajo.
El equipo es un determinado tipo de
grupo en el que se desarrollan unas conductas razonablemente eficientes.
Así, un equipo de trabajo consta de un
pequeño número de personas con habilidades complementarias que están
comprometidas con un propósito común, utilizando parámetros de desempeño y
métodos estructurados y son mutuamente responsables de su realización.
Para conformar un equipo de trabajo, desde
su inicio debe evolucionar desde su constitución hasta llegar a las siguientes
características
A. Objetivos comunes y acordado.
B. Tareas definidas y negociadas
C.
Procedimientos explícitos.
D.
Buenas relaciones interpersonales.
E.
Alto grado de interdependencia
FASES EN LA CREACIÓN DE UN EQUIPO DE TRABAJO
Formación. Durante esta primera fase, los
componentes del equipo evalúan las normas del equipo e intentan definir los
límites de sus tareas. En lo emocional se sienten ilusionados con el proyecto
encomendado. Aunque se conocen poco, las relaciones son cordiales y todos ponen
de su parte para evitar conflictos.
Agitación. En esta segunda etapa aparecen
fricciones y maniobras para situar la posición que cada uno tendrá en el
equipo. Surgen las primeras dificultades, lo que origina respuestas
emocionales. Aparecen las primeras diferencias de carácter entre sus miembros,
tensiones y roces entre ellos.
Normalización. Representa un momento para el cambio
en el que se desarrolla la interdependencia dentro del grupo, mostrando los
miembros buena voluntad para expresar sus opiniones e ideas constructivamente.
Los participantes son conscientes de que están obligados a entenderse si
quieren sacar el proyecto adelante, lo que obliga a superar los enfrentamientos
personales. El proyecto va avanzando, lo que permite recuperar el optimismo.
Realización. Es la etapa de madurez, en la que el
equipo está acoplado, controla su trabajo y sus miembros han aprendido a
trabajar juntos. El equipo entra en una fase muy productiva en la que comienza
a aplicar su sentido de unidad en la ejecución de las tareas, desarrollando
soluciones y efectuando progresos reales.
Agotamiento. Buena parte del proyecto está
acabado, aunque quedan pendientes cuestiones menores: los miembros empiezan a
perder ilusión en el mismo y el rendimiento puede volver a caer. Es el momento
de cerrar el proyecto, dejando solo a las personas necesarias para acabar el
trabajo.
CARACTERÍSTICAS DE UN
EQUIPO EFICAZ
El
equipo debe cumplir con las siguientes características:
Tener
objetivos de equipo:
deben existir metas e intereses en común que sean cuantificables y claros, de
modo que todos sus componentes conozcan y comprendan sus propósitos y sus metas.
Funciones
bien definidas:
facilitan el uso de los talentos de cada persona y así cada una conoce y
entiende sus deberes y responsabilidades sobre los objetivos y tareas.
La
interdependencia: es
decir, que cada miembro del equipo necesite de la experiencia, la habilidad y
entrega de los demás para lograr objetivos mutuos.
Comunicación eficaz: muy relacionado
con el anterior, ya que el líder y los miembros del equipo deben intercambiar
información y retroalimentación para saber cómo lo están haciendo y cómo lo
pueden mejorar, además de tener claro qué necesitan sus compañeros de él para
mejorar el trabajo.
Eficiencia en el desempeño: todos los
participantes deben estar convencidos de la idea de que el equipo de trabajo,
si es realmente eficiente, consigue siempre mejores resultados que los
individuos que trabajan aislados.
Responsabilidad: el equipo debe tener
responsabilidad sobre sus actuaciones y sobre los logros obtenidos.
Liderazgo: el buen liderazgo hace
posible que el equipo de trabajo alcance sus objetivos. Para ello, el líder ha
de tener la visión de hacia dónde va la organización, debe ser capaz de
comunicar a su equipo las metas para que los esfuerzos se dirijan hacia la
dirección correcta, y reconocer los esfuerzos realizados, alabar cuando se está
trabajando bien y redirigir cuando no es así.
Pensamiento positivo: permitiendo que
surjan ideas nuevas e innovadoras. Los errores se consideran como oportunidades
de aprendizaje y crecimiento. Se estimula la asunción de riesgos en pos de la
creatividad y se estimulan las nuevas ideas.
Reglas fundamentales bien definidas:
creadas muchas veces por el mismo equipo para regular aquello que es permitido
y lo que no se debe tolerar. Deben formalizarse para que no se interpreten
subjetivamente.
VENTAJAS DEL TRABAJO EN
EQUIPO
La
actividad del grupo produce un resultado que excede a la contribución de
cualquier miembro tomado individualmente y a la suma de todos ellos. Este hecho
se conoce como SINERGIA, un término muy utilizado en medicina donde representa
el efecto adicional que dos órganos producen al trabajar asociados.
La
sinergia es la suma de energías individuales que se multiplica progresivamente,
reflejándose sobre la totalidad del grupo. Por eso se dice que en un equipo de
trabajo dos más dos no son cuatro, sino que puede ser cinco, nueve o quince.
Otras
ventajas del trabajo en equipo son:
Aumenta
la motivación de los participantes que tienen la oportunidad de aplicar sus conocimientos
y competencias y ser reconocidos por ello, desarrollando un sentimiento de autoeficacia
y pertenencia al grupo.
Mayor
compromiso. Participar en el análisis y toma de decisiones compromete con las metas
del equipo y los objetivos organizacionales. Si se fomenta la participación en
la toma de decisiones, los miembros se implican y aceptan en mayor grado las
soluciones o decisiones adoptadas.
Mayor
número de ideas. Los equipos permiten manejar un mayor número de información, conocimientos
y habilidades.